lunes, 20 de febrero de 2012

Entrevista a Francisca Aguirre

FSM.- Francisca, ¿cuándo surge en usted el amor por la poesía?

FA.- Seguramente cuando empecé a leer los primeros libros, es decir, cuando me interesaron más los libros que los tebeos. Es decir: a partir de los 15 años.

FSM.- Es un privilegio pertenecer a una familia donde la madre que es usted, su marido, Félix Grande y su hija Guadalupe Grande cultivan la poesía. ¿Cómo les influye ser poetas en vuestra actividad poética personal?

FA.- Pues si quieres que te diga la verdad, no lo tengo muy claro, para nosotros es algo tan natural como el entusiasmo con la música o el interés por la pintura. Digamos que ésta es nuestra circunstancia y en ella se ha desarrollado nuestra vida. Impregnados los unos de los otros. Es de suponer que los que viven juntos en alguna medida se contagian. Hemos compartido admiraciones y críticas. Creo que ha sido bueno para los tres.

FSM.- Francisca Aguirre es una poeta que publicó su primer poemario a la edad de 42 años cuando ganó el premio literario Leopoldo Panero ¿por qué a esa mediana edad?

FA.- En principio porque al ser autodidacta se llega más tarde al reconocimiento de los elementos más importantes para el desarrollo de una vocación, en este caso la cultura y más concretamente la literatura. Y ya en última instancia la poesía.

FSM.-¿Qué significó para usted ganar el premio Leopoldo Panero que le permitió publicar su primer libro Ítaca?

FA.- Fue una especie de sobresalto maravilloso. Siempre seré deudora de ese milagro a los miembros de aquel jurado.

FSM.- ¿Qué ha supuesto para usted ganar el Premio Nacional de Poesía con el libro Historia de una anatomía?

FA.- Como diría Miguel Hernández “Ha sido una alegría de una sola vez”

FSM.- De la larga lista de títulos de poemarios publicados, pon cuál siente una
predilección especial y por qué.

FA.- La verdad es que no es algo que tenga demasiado claro, pero haciendo un esfuerzo podría decirte que Ítaca es para mí como una especie de permiso para entrar en el mundo poético; Pavana del desasosiego fue un auténtico regalo: lo escribí casi de un tirón y Los maestros cantores es el pago de una deuda con los genios del idioma.

FSM.- ¿Qué es poesía para usted?

FA.- Como vengo diciendo desde hace tiempo, la poesía para mí se resume en lo que dijo el gran poeta Octavio Paz: “La poesía sirve para llorar y celebrar el mundo”.

FSM.- ¿Hacia dónde va la poesía de nuestro tiempo?

FA.- Supongo que va a donde ha ido siempre: la poesía va donde va la vida. Los poetas, cuando somos afortunados, elegimos el mismo camino que la poesía.

FSM.- ¿Qué misión tiene la poesía desde su punto de vista?

FA.- No sé si la poesía tiene una misión. Lo que sé es que en mi caso la poesía me ha ayudado a vivir. Me ha ayudado también a entender el territorio de las emociones. Dice Pablo García Baena que “la poesía es misterio y precisión”. A veces, con un poco de suerte conseguimos rozar esas dos palabras.

FSM.- Y para acabar podría dejarnos aquí un poema y decirnos por qué lo ha elegido. Muchas gracias por colaborar con nosotros en Paraninfo Poético.

FA.- En primer lugar y antes que nada daros las gracias y para cerrar esta entrevista he elegido el penúltimo poema de mi libro Historia de una anatomía. Me parece que tal y como están los tiempos a todos nos viene bien un poco de sentido del humor: acabar con una sonrisa enigmática.


Aventura

El compañero de mi vida lee un libro de Kafka.
Al cruzar el pasillo yo lo miro de refilón:
Tiene su rostro la expresión de un niño,
ese gesto que teníamos cuando leíamos tebeos,
lee como si el libro fuera un libro de aventuras.
Y algo en mí se ríe para adentro,
algo se pone muy alegre.

Me bebo un vaso de agua
y brindo por la dicha que me espera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario